Las revistas estudiantiles y la Reforma Universitaria (1908-1928)
Las revistas tuvieron un papel clave en la consolidación del movimiento político-cultural de la Reforma Universitaria. Sus páginas pusieron a circular nuevas ideas y prácticas estudiantiles y les permitieron a los jóvenes de los distintos países latinoamericanos conocerse y reconocerse reformistas.
En enero de 1908 llegaban a Montevideo casi cien estudiantes para participar del I Congreso Internacional de Estudiantes Americanos. Al mes siguiente, las discusiones del Congreso y las noticias de la nueva Liga de Estudiantes Americanos eran difundidas por Evolución. Órgano de la Asociación de los Estudiantes del Uruguay. Y poco después estudiantes de otras ciudades fundaban Verbum, Juventud, Ariel e Ideas, boletines y periódicos que exponían los reclamos gremiales al tiempo que delineaban una identidad colectiva.
Pero si esa identidad se ciñó a cuestiones gremiales y culturales que en pocos casos cuestionaban las restricciones políticas y sociales de los regímenes oligárquicos latinoamericanos, muy distinta fue la definición de las publicaciones estudiantiles creadas luego del estallido cordobés de la Reforma. Al calor del conflicto de mediados de 1918, se multiplicaron los grupos estudiantiles, las charlas de extensión obrera y las revistas, y con ello surgía el primer periodismo estudiantil abiertamente político. Es que los jóvenes ya no pudieron evitar una posición ante las oligarquías latinoamericanas y muchas de sus publicaciones acompañaron el reclamo por la democratización universitaria con un juvenilismo latinoamericano que buscó enlazar la Reforma a las izquierdas.
La muestra propone un recorrido por las revistas estudiantiles, a las que suma afiches, folletos, libros y cartas, para descubrir las variaciones en el ciclo político-cultural abierto por el conflicto cordobés. Los distintos documentos sugieren que revistas como Clarín, Bases e Insurrexit de Buenos Aires, Mente de Córdoba, Ariel de Montevideo, Verbo Libre de Rosario y Claridad de Santiago de Chile fueron centrales en la conformación de una entusiasta fracción juvenil que hasta 1922 definió la Reforma en continuidad con esa Revolución Social desplegada por Rusia y los bolcheviques. En cambio, Cultura de Montevideo, Claridad de Lima, Sagitario de La Plata, Renovación de Buenos Aires y algunas más muestran que entre 1923 y 1930 las definiciones izquierdistas de la Reforma confluyeron con la denuncia del imperialismo continental. Y es este latinoamericanismo antiimperialista, al que en las décadas siguientes se sumaba el pronunciamiento antifascista, el que hermanaría durante décadas a los estudiantes de las distintas ciudades universitarias del continente.
Créditos
Natalia Bustelo (curaduría) y Eugenia Sik (diseño y montaje)